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Emily Dowdell
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Sargento

Emily Dowdell

Lingüista criptológico—Gerente del programa de lenguaje de comando

La sargento Emily Dowdell sabía que tenía facilidad para hablar otros idiomas y se especializó en enseñanza del español en la universidad. Después de trabajar unos años como profesora, decidió que buscaba algo más. "Quería otra aventura antes de sentar cabeza", dice. Entonces, decidió llevar sus habilidades al Ejército. "Quería ser lingüista", dice. "Me encantan los idiomas y quise apuntarme porque quería aprender más".

"La Reserva del Ejército me dio toda la formación y las herramientas que necesitaba para tener éxito en el aprendizaje de un nuevo idioma, y lo que aprendí solo mejoró mis habilidades en mi carrera civil"

Emily Dowdell

Sargento | Reserva del Ejército

Se alistó y, tras completar la instrucción básica, comenzó su formación en el riguroso Instituto de Idiomas de Defensa del Ejército para aprender pastún. "La gramática es completamente diferente a la del inglés y el español", dice. "Es completamente diferente a todo lo que había estudiado antes. Estás en clase de lunes a viernes, aprendiendo el idioma, y tienes deberes todas las noches". Tras meses de estudio y trabajo duro, Emily completó su formación. "Podrías dejarme en Afganistán y podría mantener una conversación sencilla con alguien".

Ser lingüista militar

Tras unos años de servicio activo, Emily decidió pasar a la Reserva del Ejército. Como miembro de la Reserva, tiene obligaciones de servicio mensuales llamadas "simulacros" y un entrenamiento anual de dos semanas llamado Entrenamiento Anual o "AT".

"Soy la directora del programa de idiomas de mi unidad", dice Emily al describir sus funciones actuales. "Mi misión es ayudar al personal lingüístico militar a mantener sus capacidades lingüísticas". 

 El Ejército tiene unas exigencias excepcionalmente altas en lo que se refiere al dominio de idiomas, por lo que Emily y su equipo deben perfeccionarlas constantemente. Sin embargo, mantener a punto los conocimientos lingüísticos es fácil cuando se hace algo que gusta. "Me parece muy interesante traducir de otro idioma", dice. "Aprender los matices de otros idiomas, las distintas palabras y la jerga. Es algo que me gusta aprender".

 Los soldados que prestan servicio como lingüistas pueden hablar otro idioma o varios. De hecho, los lingüistas reciben un pago adicional por cada lengua que hablan. "Las Fuerzas Armadas son sin duda la organización más diversa de la que he formado parte", admite Emily. "No hay una única opción... se pueden tomar muchos caminos diferentes. Lo que te interese. Hay muchas oportunidades de aprender nuevas habilidades".