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James Tiernan, Surface Operations Office, US Navy
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Teniente comandante

James Tiernan

Oficial de operaciones de superficie

“Cuando estaba en la escuela secundaria, no estaba seguro de si iba a poder pagarme la universidad. Pensé que una beca militar me podía ayudar a costear los estudios, por eso me presenté para una beca de cuatro años del ROTC.”

"Si un marinero tiene alguna necesidad o algún problema, trato de ayudarle a resolverlo… Cada una de las personas que transponía la puerta era importante para nosotros."

James Tiernan

Marina

Su abuelo había servido en el Ejército en la Segunda Guerra Mundial, pero a James le interesó incorporarse a la Marina cuando se enteró de las oportunidades que había de viajar y de obtener becas, y cuando vio la película Top Gun. James asistió a la Universidad de Norwich, una escuela militar superior, y recibió una beca de tres años en el ROTC (Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva, por sus siglas en inglés) de la Marina. Como parte del programa, James participó en clases académicas y entrenamiento militar todos los días, tanto con el cuerpo de cadetes de la universidad como con la unidad del ROTC de la Marina. Durante este tiempo, también reflexionó sobre su elección de carrera militar.

“En la Marina había un programa en el que tenías que pasar una semana en las cuatro áreas de la Marina: una semana en superficie, una semana en subsuperficie, una semana en aviación y una semana con los Marines. Realmente te ayuda a definir lo que quieres hacer, porque lo experimentas.”

Al principio a James le interesaron los submarinos, pero finalmente eligió la Fuerza de Superficie, que incluye cruceros, destructores, fragatas y combatientes anfibios. Después de terminar la universidad y convertirse en oficial, se dirigió a San Diego para hacer el entrenamiento inicial en guerra de superficie. Allí, James aprendió los conceptos básicos de la vida en un buque, la propulsión a vapor y cómo manejar diferentes equipos a bordo. Cuando terminó el entrenamiento, la Marina envió a James a Perth, Australia, para encontrarse con el USS Fort Fisher, el buque que sería su primera asignación.

“Cuando llegué al buque, me asignaron al departamento de ingeniería… como oficial de la división de maquinaria, y era responsable de todos los equipos de la planta de propulsión principal que ponía al buque en movimiento.”

Después de alrededor de seis semanas en altamar, el USS Fort Fisher regresó a su puerto de origen en San Diego donde pasó tres años haciendo el mismo tipo de trabajo. Sin embargo, durante su siguiente período de servicio en Japón, se desempeñó como auxiliar de control de daños a bordo del USS Independence, un portaaviones de la clase Forrestal.

“Era responsable del control de daños en el buque. Hacíamos maniobras y entrenábamos a la tripulación para estar en condiciones de responder a una diversidad de situaciones, nos parecíamos bastante a un cuartel de bomberos.”

De Japón, James pasó a Illinois donde fue destacado en el Comando de la Escuela de Armas de Great Lakes. Durante los seis años que estuvo allí, pudo dar un paso al costado de la vida diaria a bordo y dedicarse exclusivamente a la capacitación de reclutas de la Marina y futuros marineros. James se desempeñó como director de escuela y luego como director de administración de empresas. Ambas funciones le permitieron disfrutar de la posibilidad de mejorar la calidad de vida de los jóvenes marineros y estar a su lado para enfrentar los desafíos personales, familiares y físicos propios de su trayectoria militar.

“Si un marinero tenía alguna necesidad o algún problema, trataba de ayudarle a resolverlo… Cada una de las personas que transponía la puerta era importante para nosotros. Queríamos asegurarnos de que a cada persona le fuera bien.”

Cuando James fue trasladado a Hawái, aprovechó un nuevo programa que le permitió trabajar con la Guardia Costera. A pesar de que aún formaba parte de la Marina, James sirvió como conexión con la Guardia Costera al trabajar en defensa y seguridad nacional marítima. Llevó a cabo una serie de actividades para mejorar las operaciones entre la Guardia Costera y la Marina en las islas y más allá.

Hoy en día, James sigue sirviendo en la Marina en Hawái como oficial de operaciones de superficie. Participa en la guerra antisubmarina y tiene encomendado el control de las aguas del Pacífico. James también dedica gran parte del tiempo a comunicarse con otros grupos para mejorar la calidad y el nivel de su desempeño. Trabaja con buques de superficie y submarinos en diversos ejercicios de entrenamiento.

James está pisando los 20 años de carrera, momento en el cual reunirá los requisitos para gozar de los generosos beneficios jubilatorios de las Fuerzas Armadas. No tiene planes concretos para cuando llegue ese momento, pero es consciente de que, con la amplia experiencia laboral que ha adquirido en la Marina, no le faltarán opciones.

“Podría trabajar en una amplia variedad de empresas civiles diferentes en puestos de gestión… las oportunidades son muchísimas.”

Mientras tanto, James simplemente está satisfecho de servir y agradecido por las numerosas experiencias que las Fuerzas Armadas le han brindado. Desde ayudarle a pagar su educación universitaria hasta darle la oportunidad de conocer el mundo, la Marina le ha dado a James un gran bagaje de crecimiento personal y profesional.