Vivir y trabajar en la base le permite al sargento Perez aprovechar al máximo su tiempo de calidad con sus seres queridos. “Si tienes tiempo en tus manos, puedes hacer lo que quieras, y yo elijo pasar mi tiempo extra con mi familia”, dice.

Con el objetivo de convertirse en neurocirujano, Joshua busca obtener su título en kinesiología mientras sirve a tiempo parcial en las Fuerzas Armadas. “Ir a la universidad y obtener un título médico es algo que no hubiera podido hacer sin la Reserva del Ejército”, afirma.

Tyra es ingeniera de reactores navales y desempeña un papel importante en la fuerza submarina de la Marina. “Con la beca del ROTC de la Marina, que cubría mis gastos de matrícula y libros y proporcionaba un pequeño estipendio mensual, pude asistir a Georgia Tech, donde me especialicé en ingeniería mecánica”, explica.

Como especialista en sistemas de control de vuelo e instrumentos, Alejandro localiza las fallas y las repara, lo que permite a los pilotos realizar las misiones de manera segura. “Somos los que hacemos volar el avión”, dice. “Sentir que tenemos todos estos conocimientos para resolver problemas… es una sensación fabulosa”.

Como operadora de sistemas espaciales, Chanel realiza el seguimiento de los satélites para garantizar que la infraestructura digital de nuestra nación permanezca operativa. “Cuando tomo un poco de distancia y reflexiono sobre mi trabajo, pienso, ‘estoy haciendo cosas importantes’. Saber que estoy marcando una diferencia me hace disfrutar mucho de lo que hago”, dice.

Lin y su equipo son responsables de la instalación y el mantenimiento de equipos electrónicos para embarcaciones pequeñas. Su trabajo garantiza que la comunicación, la navegación y el cifrado de datos funcionen sin problemas para su unidad, lo que es especialmente vital durante las operaciones de búsqueda y rescate costeros.